Preparación del terreno: Limpia y nivela el terreno donde se va a aplicar el hormigón. Asegúrate de que esté bien compactado y libre de escombros.

Colocación del encofrado: Instala el encofrado alrededor del área a hormigonar para mantener el hormigón en su lugar mientras se seca.

Vertido del hormigón: Vierte el hormigón en el área preparada. Usa una regla o una llana para nivelar la superficie.

Aplicación del color: Espolvorea el colorante en polvo sobre la superficie del hormigón fresco. Usa una llana para incorporar el colorante en la superficie.

Impresión del patrón: Coloca los moldes de impresión sobre el hormigón y aplica presión para crear el patrón deseado. Asegúrate de que los moldes estén bien alineados para obtener un acabado uniforme.

Curado del hormigón: Deja que el hormigón se cure durante al menos 24 horas. Durante este tiempo, evita caminar sobre la superficie.

Sellado del hormigón: Aplica un sellador sobre la superficie del hormigón para protegerlo y realzar el color. El sellador también ayuda a prevenir manchas y daños por el agua.

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